La historia del trabajo de investigación del fiscal Alberto Nisman sobre el atentado de 1994 a la AMIA en Buenos Aires, y la culminación de esa historia, con su asesinato, se lee como una novela negra… o negrísima.
Preludio
Esa historia comienza en 2004, cuando Nisman fue designado al frente de la causa AMIA y del atentado contra la Embajada de Israel por el presidente Néstor Kirchner, a través de la creación de una unidad especial para la investigación de la misma tras varios años sin ningún avance concreto. Nisman avanzó hacia la pista iraní, que vinculaba la autoría del atentado con funcionarios de la República Islámica de Irán y la organización terrorista Hezbolá.
En 2006, el fiscal demostró la culpabilidad del Estado de Irán en los atentados en Buenos Aires; y en 2013 probó que dichos atentados no fueron agresiones aisladas, sino parte de una red terrorista internacional1. Con ayuda de los servicios de inteligencia argentinos (Nisman trabajó codo a codo con el entonces Jefe de la SIDE, Antonio H. Stiuso, quién venía investigando la pista iraní desde hacía varios años) y norteamericanos (lo que la prensa local más oficialista describe como un „marcado de cancha„, en referencia a la supuesta subordinación de la fiscalía al FBI), el prestigio nacional e internacional de los logros de la investigación de Nisman es indiscutable. A fines de marzo de 2014, por ejemplo, la comisión de asuntos externos del congreso noreteamericano lo cita en un informe sobre redes terroristas en Latinoamérica2.
El último capítulo de esta historia comenzó hace una semana, cuando Nisman interrumpió sus vacaciones para hacer la siguiente denuncia:
En resumen, (aunque recomiendo escuchar la entrevista completa) allí denunció a la cúpula del actual gobierno de acordar un pacto con Irán para garantizar el encubrimiento de los responsables del atentado terrorista a la AMIA a cambio de un acuerdo político/económico. El domingo pasado, un dia antes de presentar ante el senado ese informe, que involucraría en actividades criminales a los más altos funcionarios del gobierno incluída la Presidente Cristina Fernandez de Kirchner, fue encontrado en la bañera de su departamento con un tiro en la cabeza. Por supuesto: nadie vio nada, nadie oyó nada, la puerta estaba cerrada y con la llave puesta del lado de adentro.
Fue el suicidio perfecto.
A Nisman lo mataron… o se mató. Dejemos de lado por un momento la hipótesis del suicidio (en este contexto, creer en la teoría del suicidio equivaldría a pensar, como dice no sin ironía Lucas Carrasco, que el fiscal, „rodeado de 10 custodios que dependen del gobierno, se deprimió, se resbaló en la bañera y se cayó sobre una bala“). Entonces, ¿Quién lo mató? Hay tres posibles respuestas: lo mató (1) el aparato cercano al Poder Ejecutivo, (2) la Secretaría de Inteligencia del Estado, o (3) el Estado Iraní
Lo mató Cristina
La primera hipótesis habla de una Cristina Fernandez de Kirchner enloquecida y paranoica, aterrada ante la posibilidad de verse envuelta en un escándalo de proporciones myúsculas, que da la órden de „suicidarlo“, veinticuatro horas antes de la comparecencia del fiscal ante el congreso para presentar un informe que la vincularía directamente a una historia de traición espuria que podría costarle el poder y hasta la libertad.
Si alguna vez, alguien, decidiera retomar la investigación de Nisman en el lugar en donde él la dejo, y suponiendo que las pruebas que él decía tener todavía existan, quizás —solo quizás— en un futuro muy lejano sepamos la verdad. Como sea, habiendo estado a un dia de descubrir (por lo menos) la veracidad o no del móvil esta hipótesis, el asesinato de Nisman nos despojó de esa posibilidad para (¿casi?) siempre.
Lo mató Stiuso / Magnetto
La versión oficialista cuenta que el ex jefe de la SIDE, Antonio Horacio Stiuso, alias „Jaime“ (quien estaba trabajando con Nisman desde hacía diez años en la causa AMIA), enojado con Cristina Kirchner por su desplazamiento de la Secretaría de Inteligencia a fines del pasado año, le tendió una trampa a la presidenta, trampa durante cuyo transcurso iba a morir Alberto Nisman: Stiuso, en complicidad con Magnetto y el Grupo Clarin (sic!), habría apurado el retorno al país del fiscal, aprovechando el atentado yihadista en París (sic!!!)3, le habría entregado la famosa „carpeta“ incriminatoria para llevar adelante su denuncia y luego del escándalo mediático de la semana pasada, lo habría „dejado solo“ (sic!!!), empujándolo a suicidarse o —llegado el caso— enviando a alguien a apretar el gatillo.
Lo mató Irán
La tercera hipótesis, de poca resonancia mediática local pero en la cabeza de cualquiera que haya seguido la historia con mediana atención, habla de la participación del Irán en el asesinato del fiscal para evitar su denuncia. Si uno sigue los medios internacionales, esta hipótesis se baraja como posible; por ejemplo, Mark Dubowitz, director ejecutivo de la Fundación para la Defensa de las Democracias4, no descarta que Nisman haya sido asesinado por orden de Irán:
Dice Dubowitz en el minuto 01:52 de este video:
„Basados en los detalles [del crímen], no sabemos quién es el responsable de la muerte de Alberto; pero ciertamente [su muerte] no es inconsistente con el Modus Operandi iraní, que desde hace treinta años consiste, básicamente, en el asesinato sistemático de los enemigos de Irán…“
Y esto, ¿cómo sigue?
Nadie sabe. Pero una cosa es segura:
Nada.
- Aquí hay un resumen de treinta páginas, en inglés, del informe de más de quinientas fojas [↩]
- „Latin America has become an arena for Iranian asymmetric activity. The extent of Iran’s reach were outlined most comprehensively by Argentine state prosecutor Alberto Nisman, whose May 2013 report detailed a continent-wide network of intelligence bases and logistical support centers spanning no fewer than eight countries. Significantly, the Nisman report makes clear that, while these centers were instrumental in perpetrating the infamous 1994 AMIA bombing in Buenos Aires, they continue to remain operational today.“ Berman, Ilan. Testimony before the House Foreign Relations Committee in: U.S. Disengagement from Latin America: Compromised Security and Economic Interests. Subcommittee on the Western Hemisphere, March 25, 2014 [↩]
- En lo personal todavía no entiendo este punto, pero es lo que dice Cristina Kirchner aquí [↩]
- a „Foundation for Defense of Democracies“ es una ONG norteamericana, conservadora y apartidaria, con sede en Washington D.C. Sitio web: http://defenddemocracy.org/ [↩]
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